Los documentos que hablaban por cada uno de los Caletenses no amanecieron vivos porque fueron indefensos como testimonio encerrados entre papeles…Murieron impotentes entre las llamas, entre el agua, y al final al descanso eterno. Como todo ser que nace, transita y se va para siempre.
Hasta el día anterior, fueron memoria viva de la comunidad. Allí estaba aquella nota que iniciaba trámites en la comuna de algunos de nosotros, o de todos los ciudadanos que hoy constituimos la sociedad local –de Caleta Olivia-. Suena irrisorio, grotesco pensar en una hoja o dos, pero no era solo eso, sino que cada una de ellas formaban un todo en expedientes, serie, secciones, tipologías documentales de todos los tiempos, de quienes hoy estamos y de quienes ya fueron. Es decir, las llamas del fuego se llevaron procesos, etapas o periodos (como se quiera expresar) de la memoria histórica colectiva de la ciudad. El archivo lo expresaba todo a través de la documentación ya ordenada, organizada y otras en proceso de serlo.
Toda esa “papeleta” (como expresamos en la vida cotidiana) tenía el valor y la significatividad de lo legítimo, ya que toda documentación que ingresa y circula por cada oficina o sección del municipio, queda sellada y firmada por quienes dan curso a los trámites municipales. Como así también, dan cuenta de sus decisiones en cada tramo de nuestra historia. No nacimos, hace muy poco, atravesamos un centenario y nos dirigimos a tiempos que seguro, algunas generaciones ya no veremos, pero los sucesores y los que sucedan construirán sobre la base de la ciudad sus proyectos de vida.
Qué pesada deuda legamos al futuro quizás para unos si y para otros no, pues hay diferentes maneras de razonar. Por ahí nos preguntamos ¿se podría contar algo sin procurar saber a ciencia cierta de qué se trata y para qué?.Sin contar con los testimonios que contenía el archivo municipal. Es decir, sin esos documentos hoy inexistentes, que contenían exactamente lo que muchos de nosotros necesitamos para dar continuidad a un proceso o trámite solicitado hace poco o al menos en lo que va de este año del Bicentenario de la Independencia Nacional -2016-.
La tecnología de este siglo nos permitirá rastrear, buscar en algún archivo digital al menos lo más reciente. Pero las décadas del siglo XX ¿dónde estarán?
¿Para qué tanta historia?....”quién no sabe lo que busca, no entiende lo que encuentra?
La historia la construimos cotidianamente y reconstruimos la de aquellos que han ido y fueron dejando su testimonio que sin duda no merecen quedar fuera de los procesos históricos. No debemos borrar con nuestra indiferencia o nuestras actitudes, aquellos que pertenecieron al espacio social de Caleta Olivia, como el último despojo sin recuerdo.
Debemos hacer causa común para poder recuperar lo que sea posible, no importa que hoy no sea requerido para la urgencia de un trámite. Recuperémoslo para la historia de la ciudad, porque la Historia es un derecho natural de todos.
CENTRO PATAGONICO DE DOCUMENTACIÓN E INVESTIGACIÓN HISTÓRICO Y SOCIAL . CEPADHIS.